18 de mayo de 2008

El mejor negocio del mundo....

Por Colaborador

Nota de la redacción: La siguiente colaboración que publicamos, fue totalmente imaginada

Imagínese Usted un negocio, que le deja libre, sin invertir un peso por ello, cada semana, un promedio de $1.800.000 (millón ochocientos mil pesos) libres, lo que al mes equivale a $7.200.000 pesos. ¿Acaso cree que lo estoy proponiendo una estafa? Imagínese recoger en el año más de 86 millones de pesos, libres de polvo y paja, como dicen coloquialmente los colombianos. Y usted no tiene que invertir nada. De verdad. La puritica verdad.

Lo mejor de todo es que ya se tiene montado un buen negocio, en el cual se es casi un monopolio (lo del casi es un palabra suavizadora). Los 86 millones son la ñapa, la gabela, el extra. Y no miento. Venga le explico cómo hacerlo. Primero que nada, usted debe tener ya una empresita, que en este caso se llamaría (para poner un ejemplo, claro está, porque en estas tierras no suceden esas maravillas)
TransLebrija, o si prefiere Transportes Lebrija. Luego escoge un jefe de transporte, digamos, para no herir a nadie, un nombre ficticio conformado por el del descubridor de estas tierras, que sería Antonio. Y, siguiendo con nuestro propósito de no herir a nadie, y dando apellidos ficticios, tomemos, también a guisa de ejemplo, el de nuestro Libertador de la Patria: Bolívar. Ya tenemos pues un jefe de transportes, que para el caso llamaríamos Antonio Bolívar. Recuerden que todo esto es ficticio, y que únicamente hablamos de un lucrativo negocio imaginario. El cual no puede confundirse con estafa, abuso del poder, enriquecimiento desmedido o cosa por el estilo.

Ya cumplidas estas condiciones, generamos unas circunstancias que entorpezcan el libre desempeño de la labor de nuestras supuestas empresas. Digamos, también imaginativamente, que se cae un puente sobre un río, y que se debe recurrir a establecer prontamente unos puentes militares para impedir los obstáculos al flujo del transporte. Que de la misma manera, dicha AS SA, asuma a la vez la ampliación de la vía hacia una ficticia Lebrija.

Lo que se busca es generar una situación ficticia de trancones en la vía, que produzcan demoras en el tiempo de desplazamiento de las busetas y de los buses, de tal manera que
todos tengan que llegar tarde a los falsos controles, para que se hagan acreedores o sujetos, claro está, de mentiritas a multas por incumplimiento de los plazos fijados. Eso sí, sin permitir rebaja alguna. Así de una ficticia empresa, promediando multas y sanciones por tal motivo tendríamos por ejemplo (Repito: nada es verdad, ni puede confundirse con la realidad), un ingreso total de aproximadamente $86.400.000 pesos al año.

Para participar en este pequeño juego, pues nada es verdadero sino un mecanismo de entrenamiento empresarial, se supone que los conductores son apenas 36, y que cada uno paga en sanciones mensuales $200.000 pesos. Hecho que no afecta la canasta familiar, ni la estabilidad económica de las familias pues se trata de personajes irreales. Es más, podemos suponer que la situación se sitúe en un departamento igualmente inexistente, como Boyacatusa, en un país parabananero igualmente ficticio, llamado Bolombia.


Así que las empresas que puedan ser confundidas con esta crónica imaginaria, pueden estar tranquilas que nada trata con ellas. Lo mismo afirmamos de una posible confusión con personas reales. Por eso brindamos desde ahora excusas por cualquier confusión y mala interpretación de este escrito.

¡Que Dios nos libre de un mal pensamiento!



Ilustraciones:
http://www.amores.com.co

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