19 de febrero de 2010

Mamerías

Mamerías
Por Acidonitrix

Los regaños hipócritas de Uribe


Es cierto que los empleados de confianza, llámense ministros o secretarios son 'suiches' que usan los jefes para bajarse de la responsabilidad. Pero no se puede abusar del mecanismo.

Por ejemplo, lo de hoy es ya una manifestación de hipocresía presidencial, y de la grande. Además, una maniobra mixtificadora del Presidente. Regaña al ministro porque supuestamente le había ordenado hace varios años que montara un sistema para atender a los colombianos que se quejaban del servicio: que por teléfono, o por internet, o por... vaya uno a saber que otra pendejada se le ocurre decir.

Que la culpa es de las EPS que prestan mal el servicio, y otras excusas más para sacarle el quite a la responsabilidad. En buen español, sacarle el culo a los resultados negativos de su mandato.

¿En que país vive Uribe, que al parecer nunca había oído hablar de los paseos de la muerte entre hospitales, clínicas y cuantas EPS existen?

¿En qué país, repito vive el Presidente, que no sabía de los sobre costos de las medicinas de 200, 300 y hasta más de 500%, con relación a precios internacionales de Venezuela, Ecuador, Chile, Brasil, Canadá y hasta Europa? ¿Y todas las denuncias que se hacían?

Y paremos de contar sobre las infamias que se cometían y cometen a diario, por culpa de las empresas intermediarias de la salud (algunas, al parecer, muy de sus afectos económicos y políticos), las cuales eran pan diario de los noticieros. No abundaremos hoy sobre el tema.

Pero dizque regañar al ministro porque no supo socializar la famosa emergencia social de la salud sí ya es una bellaquería contra los colombianos. Porque es creernos tan imbéciles como para que terminemos creyendo que todo se reduce a una falla de comunicaciones; que no se trata de un atentado contra la salud del pueblo colombiano y una jugada para beneficiar únicamente a los oligarcas dueños de las empresas intermediarias de la salud.

Definitivamente, ya se le chisporroteó el cerebro a nuestro querido re-presidente... No hay duda: ¡ocho años le jodieron el cacumen!

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