3 de marzo de 2013

Por una Lebrija innovadora

Por Acidonitrix


Aunque suene extraño, nuestro municipio puede ser líder, al menos nacional, en el tema de la innovación. Creo que nos sería muy fácil, con poco esfuerzo. Veamos.

Indudablemente, en cuestiones de aseo tenemos a la comunidad más consciente al respecto: nadie tira un papel al piso, nuestros parques permanecen limpios y organizados, en fin, por todas partes Lebrija parece una tacita de plata.

En educación, no se pierde un peso de las obras realizadas. Las comunidades se apersonan de los centros educativos, los cuidan, protegen, ayudan a sus hijos en los estudios y los rendimientos académicos son sobresalientes.

El respeto por el orden en las calles es tal, que nunca se ve un carro mal parqueado o estacionado cerca de las esquinas obstaculizando el tráfico vehicular.
Sapuque, siempre pescando... en aguas revueltas...

En aspectos de vigilancia de la excelencia administrativa contamos con el más pulcro defensor de los intereses de la comunidad, nuestro maravilloso veedor ciudadano, emérito, don Sapuque, quien se ha desempeñado como un Robin Hood, quitando dineros mal habidos de los alcaldes para repartirlos en sus bolsillos (los de Sapuque, se entiende). Bueno, también algunos otros ciudadanos que fueron sus víctimas, como le pasó a don Orlando Ríos. A Dios gracias, nuestro veedor se salvó por tecnicismos legalistas y porque contó con la ayuda desinteresada de ex alcaldes que, sin ningún resentimiento por sus antiguas exacciones pecuniarias, lo socorrieron con dineros y gestiones ante políticos y autoridades legales. Y se salvó nuestro adalid de la justicia, sin que se le manchara su hoja de vida.

Por ello, un grupo de ciudadanos agradecidos con su labor desean proponerlo para alcalde de nuestro municipio. ¿Se imaginan las ventajas? En primer lugar, Lebrija daría un auténtico hit en el concierto nacional, al elegir a un personaje tan distinguido para el primer cargo de nuestro ente territorial. Como segunda ventaja, para apoyarlo se produciría un gran frente de fuerzas políticas,  mejor, una gran unión, en la que cabrían indudablemente, sus mentores políticos, como los samuelistas y lesmistas; la rutilante figura política y jurídica —nuestro orgullo— la Dra. Sonia Serrano Prada y su cauda de votantes agradecidos; todo el conglomerado de los Nule Gómez y demás fichas del carrasco que acompañaron al candidato Alirio Vásquez en su aventura electoral.

Pero lo más importante, y merece mención aparte, es que con esa medida lograríamos sacar de las calles ese horroroso delito común de la extorsión, y lo llevaríamos al sector público, donde ya cambiaría su naturaleza por una sana política fiscalizadora, como la impulsada por nuestros ilustres padres de la patria. 

Y ahí sí, innovaríamos: acabaríamos el delito de extorsión y promoveríamos el fortalecimiento fiscal… al menos el de Sapuque.

¡Anuncio mi voto por Sapuque!

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